La indagación sobre el consumo de vino en las enotecas y en los restaurantes de Milán y Roma, hecha por la agencia milanesa Maurizio Rocchelli para Syngenta, revela que, a diferencia de otros años, no existe un vino “de moda”.
Al contrario de los últimos cuatro años que, individualmente el Nero d’Avola y en general los vinos de Sicilia, eran el vino y la región más en boga del momento, la última encuesta conducida por la agencia de marketing Maurizio Rocchelli, hace resaltar, con claridad, cuan rápidamente ha aumentado el nivel de complejidad de la actual dinámica demanda/oferta del vino.
La afirmación “no existe ya un vino del momento” coge fuerza para la mayoría de los titulares de las enotecas de Milán y Roma, en una época de “sociedad de modas” y publicidad tribal, suena como la enésima confirmación de lo difícil que es proponer con éxito un vino según la lógica de la publicidad tradicional, por otro lado escasamente aplicada en el sector del vino para ser eficaz.
La confrontación entre las dos ciudades, hecho con la entrevista a 120 profesionales de los más representativos, hace emerger a Roma como la ciudad en donde el vino encuentra hoy la mejor colocación y consideración sea en términos de consumo, como en relación de precio, representada- medianamente mas alta que en Milán- también en la tipología de surtido.
He aquí algunos datos; el 100% de los restaurantes romanos, considera el vino importantísimo en la economía del propio local, mientras que el 11% de los milaneses sostiene que no es importante, dato confirmado también del numero de etiquetas presentes en los mismos- 450 etiquetas en carta en los restaurantes de Roma, contra las 250 presentes en los restaurantes milaneses- y de la presencia de personal especializado en el servicio del vino: en el 77% de los restaurantes de la capital está presente un sommelier, mientras en Milán se encuentran solo en el 51% de los restaurantes.
En cuanto se refier
e a la confrontación Enoteca/restaurante, es evidente como en la Enoteca se propone, enfrente de sus clientes, como un sitio de formación además de compra, ideal para crearse una competencia vinícola, poniéndose al día de las nuevas tendencias, siendo guiado hacia nuevas experimentaciones; el dueño de la Enoteca no quiere simplemente vender una botella, quiere influir en la calidad y de alguna manera orientarla, determinando el éxito de un vino o de un productor. Al contrario el restaurante parece ser más el lugar de la confirmación, en el cual se busca la seguridad de lo que se ha experimentado antes y el lugar donde, cuando una marca ha conquistado la fidelidad del público, esta tiende a resistir en el tiempo.
Maurizio Rocchelli es una sociedad especializada en la oferta de servicios para la publicidad, la comunicación y el desarrollo comercial, que ha consolidado una competencia específica para las empresas alimentarias, en particular para el sector del vino y los alcoholes. El objetivo de la agencia es ayudar a la empresa a desarrollar el mercado, optimizar la venta y reforzar la propia imagen.
La afirmación “no existe ya un vino del momento” coge fuerza para la mayoría de los titulares de las enotecas de Milán y Roma, en una época de “sociedad de modas” y publicidad tribal, suena como la enésima confirmación de lo difícil que es proponer con éxito un vino según la lógica de la publicidad tradicional, por otro lado escasamente aplicada en el sector del vino para ser eficaz.
La confrontación entre las dos ciudades, hecho con la entrevista a 120 profesionales de los más representativos, hace emerger a Roma como la ciudad en donde el vino encuentra hoy la mejor colocación y consideración sea en términos de consumo, como en relación de precio, representada- medianamente mas alta que en Milán- también en la tipología de surtido.
He aquí algunos datos; el 100% de los restaurantes romanos, considera el vino importantísimo en la economía del propio local, mientras que el 11% de los milaneses sostiene que no es importante, dato confirmado también del numero de etiquetas presentes en los mismos- 450 etiquetas en carta en los restaurantes de Roma, contra las 250 presentes en los restaurantes milaneses- y de la presencia de personal especializado en el servicio del vino: en el 77% de los restaurantes de la capital está presente un sommelier, mientras en Milán se encuentran solo en el 51% de los restaurantes.
En cuanto se refier
e a la confrontación Enoteca/restaurante, es evidente como en la Enoteca se propone, enfrente de sus clientes, como un sitio de formación además de compra, ideal para crearse una competencia vinícola, poniéndose al día de las nuevas tendencias, siendo guiado hacia nuevas experimentaciones; el dueño de la Enoteca no quiere simplemente vender una botella, quiere influir en la calidad y de alguna manera orientarla, determinando el éxito de un vino o de un productor. Al contrario el restaurante parece ser más el lugar de la confirmación, en el cual se busca la seguridad de lo que se ha experimentado antes y el lugar donde, cuando una marca ha conquistado la fidelidad del público, esta tiende a resistir en el tiempo.Maurizio Rocchelli es una sociedad especializada en la oferta de servicios para la publicidad, la comunicación y el desarrollo comercial, que ha consolidado una competencia específica para las empresas alimentarias, en particular para el sector del vino y los alcoholes. El objetivo de la agencia es ayudar a la empresa a desarrollar el mercado, optimizar la venta y reforzar la propia imagen.
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