sábado, 20 de junio de 2009

Vinitaly 2009, la mejor de todas (Hasta ahora) II

Continuando el "viaje", nos dirigimos a probar un vino del Friuli especial Doc Carso. Muy curioso pero muy difícil.


Comenzamos con un Malvasia 07 de Kocjancic Radode la escuela Gravner, muy diferente de acidez elegante. Después probamos la Malvasia 06 de Milic, mucho más tierno con notas de madera. Complejo con notas de frutas frescas.
El Sales de Vitovska de Bajja es biodinamico complicadísimo.
El Skerk de Vitovska es una variedad menos dulce en nariz pero es mas “vino”.
El Terrano ed Kate 06 es muy animal, con cuero, astringente. Son vinos muy complicados pero habia que probarlos. Es la mejor forma de comparar y conocer cosas, probando.

Continuamos por la Toscana con Salvioni con un Rosso di Montalcino 07, un vino elegante con notas de fruta al entrar en boca y seco en final.


El Brunello di Montalcino 04 es tánico, grueso, con notas de especies y una madera muy integrada .Es una caricia en boca
Su Poggio di Soto es un Rosso di Montalcino 06 con 2 años de bote de roble de 30 Hl con una selección de uva, elegante, fino, con profundidad en boca, de una tanicidad justa. Muy largo en boca con buen recuerdo.


Como siempre, pasamos por Pinino para probar sus grandes vinos. La lástima es que no estaba Silvia Leblanc, la hija de Toni Leblanc, con su simpatía que la caracteriza.
Su Rosso di Montalcino 07 “tradicional” con 8 meses en tonel grande es tánico, menos fino y elegante que otros años.
El Rosso di Montalcino “moderno” tiene 8 meses de barrica francesa es más potente que su “hermano” con una tanicidad mas alta.
Su Brunello di Montalcino 04 elaborado en barrica de roble durante 2 años y medio y uno en botella, es una delicia. Tanicidad elegante, frutas que se le suponen cuando se afine un poco más. Elegante.


Para seguir catando (Dios mío, queda mucho?), nos fuimos a Abbazia di Novacella. El expor manager estaba un poco “quemado” con Nicoletta porque cree que no le hace mucho caso. Qué tontería, serán cosas suyas.
Probamos primero un Onines Dies 08 con uvas moscato, müller y kernerde 11,5% vol., elegante y fresco.
Continuamos con un Müller Thurgau 08, estructurado, acidez elegante. La vendimia se retrasa a finales de octubre.
El Kerner 08 es muy aromático, más concentrado y de acidez correcta.
Su Pinot Grigio 08 es pleno en boca, de acidez y estructura perfecta con sus cinco meses en barrica.
El Sylvaner 08, graso y amplio en boca. Tiene un 80% fermentado en acero inoxidable y 20% en barrica durante 4-5 meses.
El Sylvaner Praepositus 07 con una selección de uva de rendimiento bajo. Tiene más concentración, más madurez, con notas de frutas como la banana y frutas tropicales. Gran vino.
El Kerner Praepositus 07, sin duda mi preferido, cálido, de acidez estupenda. Notas maduras, una gran sensación en boca.
Gwustraminer 08, fresquísimo, de buena acidez, equilibrado, con buena dulzura en boca.
El Riesling Praepositus 07 se vendimia a mediados de octubre las 2/3 partes y el resto con botritis cinérea. De justa acidez, largo en boca. Su terreno es pedregoso de orientación sur.


Una vez en Grupo Italiano Vini, cuando nos dejo hablar el export manager, pedimos solo tres o cuatro vinos porque íbamos con retraso (Como siempre).
Probamos un Luna Mater 08, el vino que devolvimos en la Enoteca del Vino la otra noche.
Vino de cierta acidez, seco, con notas de frutas blancas y final amargo.
El Frascati Santa Teresa 08, vino muy aromático con notas dulces pero de final amargo muy elegante.
El Syroe 07 es un syrah en pureza con mucha fruta en nariz, cálido pero no muy largo.
El Sfurzato base 05, gran vino, es más tradicional por llevar mitad bote, mitad barrica.
El Sfurzato 5 Stelle 05 de barrica 100%, con uvas seleccionadas, una joya.
Por último probamos un Serpara, Aglianico del Vulture 03, mucha fruta, de buena acidez y tanino, elegante con cierta astringencia.


En Cavit solo probamos cuatro vinos casi sin sentarnos.
Un Müller Thurgau, floral en nariz, notas de frutas con especie en boca.
El Gwegurztraminer 08 tiene una acidez equilibrada con frutas blancas con aromas de azúcar.
El Pinot Grigio Terraze della Luna muy amable, fresco, con una acidez muy elegante y el amargor característico en el retrogusto.
Por fin llegaba la hora de salir, como el recreo. Pero antes pase a saludar a Piccini. Sabía que iban a estar enfadados por no ir a su fiesta y así era.
Solo probé un vino e intente suavizar un poco el tema. Me enseñaron la vespa que vamos a promocionar con los vinos y probé el Chianti Classico Poggio Teo 04 con 18 meses en bote de 50 Hl y 6 meses en barrica. Después afina 4 meses en botella. Es un Gallo Nero. Es un vino muy equilibrado y de gran calidad. Un buen vino.


Esta noche era la de la entrega de premios de Grande Cru. Iban Juancho como nominado y Nicoletta y Antonio como invitados. Con lo cual me dejaban noche libre a mí. Qué bien ¡Por fin una noche “a mi bola”. Después de cambiarme en el hotel, Salí a dar un paseo por Verona. Al final encontré un restaurante muy chulo. Se podía tomar algo, cenar y después, volver a tomar una copa.
La verdad es que era un sitio muy bonito, con terraza sobre el rio Adige. Era una pena que la noche no acabara de acompañar. Tuve que cenar en el interior ya que no era una noche muy calurosa.
Era más bien un sitio para tomar una copa después de la cena o lo que sería en España un sitio de “tapas”. Pero tenía una cosa y es que se podía tomar muchos vinos por copas.
Recuerdo más los vinos que la cena aunque creo que tome una ensalada de varias verduras, una tagliatta y un tiramisu. Los vinos que tome fueron; un prosecco antes de la cena, un soave con la ensalada, un ripasso con la carne y un reciotto di soave con el postre. Como veis, los vinos en Italia son muy regionalistas.


Después de un buen café, pedí un mojito (Los combinados siguen siendo mejor en España en general) y me decidí a dar una vuelta por la ciudad.
Había llamado a Antonio, Juancho y Nicoletta para saber cómo había ido el premio pero no me habían contestado. Hasta que recibí un mensaje de Juancho diciendo que se lo habían dado. Me hizo mucha ilusión, casi como si hubiera sido a mí a quien le hubieran dado el premio. Enseguida llame a Ricardo de Kabuki a comunicárselo ya que me había llamado un par de veces a preguntar por él.


Ya con la tranquilidad de saber que teníamos el premio en la “buchaca”, me decidí a tomar algo en la Piazza Bra después de la vuelta por Verona antigua.
Cuando estaba tomando algo, me llamo Juancho para decirme que venía ya de vuelta y se tomaba algo conmigo. Mi sorpresa fue mayúscula cuando vi que Juancho no venia solo, venia con un tomo enorme del libro de Grandi Cru. Este Juancho! Una vez tomado algo y charlado sobre la cena, la fiesta y el premio, decidimos irnos a dormir ya que había que volver a madrugar al otro día para ir a la Feria.


Era mi último día de feria y había que aprovecharlo. Ese sábado (4 de Abril 09) teníamos la primera cita en Braida, casi nada. Después de desayunar en la sala de prensa, deje a Juancho y me dirigí a el stand de Braida donde nos esperaba la sin par Raffaella Bologna. Gentilísima como siempre nos propuso varios vinos para degustar pero debimos reducirlo por el tiempo. Así que decidimos probar algo nuevo (Un riesling Re di Fiore 07) con la famosa riesling renano, con flores tostadas en nariz, acidez presente con cierto amargor en el retrogusto. Fermenta en acero inoxidable con 4 g/l de residuo de azúcar. Muy floral.
Después probamos un chardonnay Il Fiore 08, con un 70% de chardonnay y un 30% de nasceta. Es un vino fresco, menos acido que el anterior pero más mineral.
Continuamos con otro chardonnay con madera. El Asso di Fiori 07 con 8 meses en barrica y 100% chardonnay, tiene aromas del envejecimiento, de color dorado, es graso y amplio en boca, con notas de banana y vainilla, cierta acidez que le proporcionara un buen envejecimiento, largo en boca.


A este punto, comenzamos con los barberas. En primer lugar Il Baciale (Celestina de interés) Monferrato Rosso; barbera 60%, pinot nero 20%, merlot 10% y cabernet 10% que permanece cerca de un año en tonel. Es un vino que he descubierto tarde pero se sabe lo que se dice de la dicha……
Continuamos con el Montebruna 07 100% barbera. Violetas con guindas, cerezas con su justa acidez y tanino.
El Bricco dell Uccellone 06, de viñas de 50 años, redondo y afrutado, de acidez equilibrada y tanino aportado por la barrica. Ese año en barrica le ha sentado divinamente. Me gusta más que el año pasado.
El Bricco della Bigota 06, de viñas de 35 años (Beata pero perfecta) es mas tánico y duro que el anterior a pesar de sus 18 meses en barrica. Me parecen lo contrario que el año pasado, cuando me gusto más el de la Bigotta.
El Ai Summa 06 (Somos así en dialecto), sería un amarone de barbera. Pasificado en planta, es profundo tanto en color como en sabor. Permanece 8 meses en barrica incluida malo láctica. Tiene fruta muy madura, es largo, larguísimo.
Terminamos con dos dulces; el famoso Moscato d’Asti Vigna Senza Nome (Punto G) 08, con flores del campo, frutas blancas, la exaltación del placer en blanco. Una delicia.
El Bracchetto d’Acqui 08, flores, frutos, la exaltación de los aromas en tinto, pétalo de rosa, fresas y especies como el tomillo. Es ideal para las fresas, el chocolate, el culatello y el prosciutto San Danielle.


Menudo comienzo, el listón se ponía alto, pero no estaba mal lo que nos quedaba.
De momento nos íbamos a Saiagricola.
Después de hacer la selección, comenzamos con el Malantrata Val di Cornia 07, de 50% sangiovesey 50% de merlot y cabernet. Permanece 10 meses en acero inoxidable. Tiene cierta acidez, tanino, frutas rojas. Se hace evidente la cabernet.
Después nos ofrecieron un Rosso de Montepulciano 08. Tiene buena frutosidad y acidez pero le falta algo de botella.
El Caccio al Vescovo 06 es un curioso vino 100% colorino, nunca lo había probado. Tiene 12 meses en barrica. Tánico, de mucho color y un poco áspero, necesita botella pero seguramente nos es extraño.
El Vino Nobile de Montepulciano 06, tiene el tanino justo, es amplio, frutal, equilibrado, con muy buena acidez. Crecerá seguro en botella. Es uno de mis preferidos.
El Antica Chiusina 04 es una selección de todos los viñedos. Es un vino amplio, vigoroso a la vez de elegante. Con un tanino dulce, largo. Permanece 12 meses en barrica y 2 años en botella.
El Rosso de Montefalco 06, con el 40% que permanece en barrica y el 60% en acero inoxidable, tiene mucha fruta y es justamente tánico. Un buen vino con una buena relación.
Después probamos el Rosso de Montalcino 07, con 8 meses en bote grande y 12 meses en botella. Es un gran vino, pleno en boca con frutas ligeramente maduras. Es un hijo honorable del Brunello.


El Brunello di Montalcino 04 ha obtenido 94 puntos en Wine Spectator, demuestra ser una gran añada. Grueso en boca, frutas rojas ciertamente maduras.
El Riserva, el Brunello di Montalcino Poggio Banale 03, es una selección que esta mas pronto, corposo, tánico. Un grandísimo vino.
El Sagrantino di Montefalco Gold 04, un año más, una selección, con 12 meses en barrica mas 2 años en botella. Un gran vino con un tanino grueso, pero elegante, de fruta muy, muy madura, casi confitada.
Terminamos con un Moscato d’Asti Arbiola 08 Ferlingot de precio medio, fresco y floral. Tampoco es nada especial.


Desde aquí, fuimos a comer un poco de arroz y unos embutidos al restaurante de Saiagricola.
En una escapada que hice me fui a tantear de nuevo a Di Majo Norante, un gran productor que no acaba de decidirse a coger un distribuidor aquí.
Después de hablar con él, me dispuse a probar de nuevo sus vinos. Empezando por el Greco 08 con un mes en acero inoxidable. Frutas blancas con cierta acidez. Es el base blanco.
La Falanghina 08 con 90% de falangina y 10% fiano. También tiene 1 mes de acero inoxidable. De acidez elegante con notas cítricas.
El Sangiovese 08, tiene 1 mes de acero inoxidable y 3 meses en botella, fruta, especies, fresco, para tutto pasto, muy bueno.
El Ramitello 06, de 80% de montepulciano y un 20% de aglianico con 12 meses en barrica. Pleno, tánico, de frutos maduros y pimienta con un recuerdo largo.
El Contado 06 es un aglianico 100% de 12 meses en barrica y 6 meses en botella, mas tánico con frutas maduras, largo.
Don Luigi Riserva 06. Montepulciano 90% y aglianico 10%, con 18 meses en barrica francesa, especiado, frutos gruesos rojos con notas florales, tabaco. Es un vino persistente.


Si ya los comienzos parecían insuperables, que me diríais si os cuento que nos dirigíamos al Piemonte, si nada más y nada menos que a probar Barolos y Roeros.
Decidí ir primero a ver a una cuenta pendiente; Giovanni Almondo, uno de los grandes del Roero. Un vino al otro lado del rio Tanaro y que llevo tres años queriendo traer. Pero tengo buenas noticias (Quizás para mi), este año traemos un Roero, nada menos que el Bric Valdiana 05 (Da nombre a mi blog), tiene 18 meses en barrica, que hace su vendimia en octubre y un Roero Arneis, Bricco della Ciliegia 08.Ademas probamos un Barbera d’Alba 06 que no me gusto tanto como las de Asti, es más amargo.


Continuamos en la mesa de al lado (Esta gente es tan pequeña que tiene solo una mesa, no un stand). Estábamos en uno de los grandes, Elio Grasso. Su Dolcetto 08 está como siempre. Es todo dulzura, plenitud, concentración. Durara unos 3 o 4 años.
El Langhe Nebbiolo 08 es una joya enológica de gran amplitud aunque falto de botella, con fruta roja. Tiene 6 meses en acero inoxidable.
El Barbera d’Asti Per Martina 06 tiene 15 meses en barrica y puede durar más de 12 años. Es complejo y muy frutal.
Los dos Barolos en su línea, el Vigna Gavarinni Chiniera 05 tiene 2 años y medio en tonel grande de 25 Hl de Slavonia, es, sencillamente, espectacular. A pesar de lo joven que es ya tiene frutas, bosque bajo, tanino no muy rudo y una boca plena y larga, casi infinita.
El Ginestra Casa Mate 05 elaborado exactamente igual, es un vino más pronto si es que alguno de estos vinos lo son pero le acabara pasando el hermano. Sigo esperando como agua de mayo la salida, por primera vez del que será Riserva Runcot. Ya sale el año que viene.


De aquí nos fuimos a otro histórico; Poderi Aldo Conterno. Comenzamos con el Barbera d’Alba Conca Tre Pile 06. Tiene 12 años de barrica nueva, 12 meses en botella, con un tanino y una acidez equilibradas, cálido en boca con fruta marcada.
El Barolo 05 (Antes Bussia) que permanece durante 2 años en bote grande de 25 Hl. Y 1 año en botella, muy equilibrado.
El Colonello 05 de viñas de 40-45 años, durara menos en el tiempo que alguno de sus hermanos pero esta más pronto. Tiene mucha fruta y durara “solo” unos 40-50 años.
El Cicala 05 con viñas de más de 45 años está mejor que el Colonello, de gran amplitud en boca, tánico, elegante, espectacular.
El Romirasco saldrá un poco más tarde. Me ha dejado muy buenas sensaciones todas estas cantinas. A ver dónde vamos ahora.


Cuando íbamos a ir a ver una cantina de la Maremma, nos dijo Juancho que podíamos ir a ver la cantina más antigua de Italia, desde el 994, si el año 994, más de mil años les contemplan y pertenece a las descendientes de la Monna Lisa o Madonna Elisa.
Era la cantina Tenute Guicciardini Strozzi, las hijas serian hoy las princesas de Italia si hubiera monarquía en ese país.
A parte de ser muy simpáticas y elegantes, hacen unos vinos muy buenos y a precios muy competitivos.
Después de las presentaciones y alguna broma, bueno también una foto y un autógrafo, decidimos probar algunos vinos.


Comenzamos por el Maremma Arabesque 08 con un 95% de vermentino y un 5% de sauvignon, muy frutal y con cierta acidez, de buena estructura, pero no es un vino que necesitamos.
Después probamos una Vernaccia di San Gimignano 08, notas de almendra de cierta astringencia con un retrogusto amargo, armónico, muy interesante.
La Vernaccia Cusona 1933 con un 30% apasitado es dulce pero en su justa medida que contiene el amargor de esta vino. Aromas de almendra y frutas tropicales con sentidos de banana y vainilla.
El Ocra 06 lleva cabernet sauvignon, merlot y sirah con un año en barrica. Sentidos de mora y mirtillo. Fino y sabroso. Muy buen vino.


VignaRè 05 es un super tuscany de cabernet sauvignon, cabernet franc y merlot de 18 meses en tonel de 225 l. Es un Bolgheri Superiore con mucha fruta madura y especies, amplio en boca de gran intensidad. Recuerdos de coco y tabaco, muy largo.
El Sodole es un sangiovese 100% de diez meses en barrica. Un sangiovese en pureza, largo, tánico, con una boca elegante, buena estructura y de buen cuerpo. Todo un vino para una gran comida.


El Millanni 03 con un 60% de sangiovese y un 30% de cabernet y un 10% de merlot que duerme durante 12 meses en barrica. La primera botella salió al mercado en 1994, celebrando los mil años de la Tenuta di Cusona. Es un vino pleno en boca, con muchos frutos rojos casi canditi y vainilla. Tanino bien sostenido a la vez que tierno. Un vino que envejecerá perfectamente.
El A-Solo 05 es de petit verdot 100% de 16 meses en barrica. Todo empezó como un experimento, que se ha convertido en un vino intrigante. Tiene una concentración de la fruta muy alta, es largo y persistente. Frutos negros maduros con notas de vainilla y especies. Tiene una tanicidad muy elegante. Es un vino de gran estructura.
El Morellino di Scansano 07 no tiene barrica. Tiene un 90% sangiovese y un 10% ciliegiolo. Es un vino muy elegante con frutas rojas en boca como la mora. Notas de vainilla. Tanino de buena calidad y persistencia. Muy buen vino.


Por último probamos dos dulces; el Kammeo, un Passito di Pantelleria, 100% Zibibbo (Moscato de Alejandria) con sentidos de albaricoque, higos secos y rosa pasita, muy, muy bueno y un Vin Santo di San Gimignano con malvasía y trebbiano y san colonbano, envejecido 5 años. Nariz de nuez y almendra tostada, moderadamente semi seco, muy interesante. Se puede conservar entre 20 y 30 años.
Muy gratificante la visita a las princesas y muy divertida. Esperamos la próxima visita en Madrid.


Antes de terminar, fuimos a ver a la cantina de la Maremma que se llama Grattamacco del Grupo Colle Massari.
Probamos un Bolgheri Rosso 07 de un año en barrica con cabernet sauvignon, cabernet franc, merlot y sangiovese. Sentidos de guinda y ciruela. Especies y balsámicos son las características principales de este vino.
L’Arberello con cabernet sauvignon, cabernet franc y petit verdot de 18 meses de barrica y 12 meses en botella. Es un vino que se produce en dos Hectáreas de viña con una producción máxima de 1 Kg por cepa. Por tanto se elaboran 6000 botellas. Pequeños frutos rojos en licor. Notas balsámicas y mentoladas con notas de café tostado. La acidez y la mineralidad están en perfecto equilibrio con un tanino dulce. Un gran vino.
Grattamacco Bolgheri Superiore 06 con 65% de cabernet sauvignon, 20% de merlot y 15% de sangiovese. Pasa 18 meses en barrica y 12 en botella. Se hacen solo 20.000 botellas. La madera está perfectamente integrada. El tanino se funde perfectamente con la mineralidad. Tiene un largo final donde aparecen frutas negras y tabaco.
Intentamos probar su famoso Allinghi pero no había.



Ya sí que decidí ir corriendo a ver al último del día; Valle Reale.
Me recibió la export manager con un poco de prisa como yo, era ya tarde.
Probé, en primer lugar un Trebbiano Vigna di Capastrano con sus propias levaduras de trebbiano 100%. De buen cuerpo, con notas de frutas maduras y mineral, muy interesante.
A continuación el Vigne Nuove 08 elaborado con montepulciano de viñas nuevas y que permanece unos meses en acero inoxidable. Notas de frutas rojas, acidez y buen final. Un vino para potenciar.
Termine con el San Calixto 06, profundo en nariz y en boca, notas muy maduras de frutos negros, tanino dulce, mineralidad y acidez bien integradas, especies, tostados. Un vino esplendido.


Así que di por concluido mi periplo por Vinitaly 09. Solo quedaba ir a Verona, al hotel e ir a cenar. Hoy teníamos que ir a la fiesta de Allegrini en la Valpolicella, casi nada.


Partimos en dirección de la Villa de Allegrini creyendo que era la de todos los años, Villa Giona, pero no este año era una Villa estilo Romana del 500, Villa della Torre, una joya arquitectónica.
Nada más llegar, nos recibió la alfombra roja como en Hollywood. Dejamos el coche al aparcacoches y bajamos por una pequeña cuesta empedrada entre antorchas, todo un espectáculo.


Este año había más estancias que otros años pero igualmente divididas para las diferentes partes de la cena. Siempre se comienza con un bufet de embutidos y quesos regados con los vinos más básicos; Valpolicella, Palazzo de la Torre y Soave. En esta ocasión cada uno de los tipos de comida estaba en una sala. Después, ya sentados, nos ofrecieron una cena con cuatro platos, con vinos como el Ripasso, el Amarone y La Poja. Y finalizamos con una serie de postres con el Recioto della Valpolicella Giovanni Allegrini, todo un clásico, sencillamente espectacular. Como siempre, una vez finalizada la cena, comienza el baile. Pasamos unas horas muy agradables siendo los huéspedes culinarios de Marilisa Allegrini, una mujer encantadora.


Una vez que nos pareció, Juancho, Nicoletta y yo, ya que Antonio y Alberto habían partido rumbo a España (Una locura, por cierto), decidimos bajar hacia Verona a dormir. No estaba lejos pero, de noche, siempre se hace el viaje más largo. Una vez en Verona fuimos a llevar a Juancho al hotel y al nuestro, a dormir. Mañana me marchaba a Madrid.


Al despertarme, después de prepararlo todo, me fui a desayunar y, tranquilamente, al aeropuerto. Tuve que compartir un taxi con una desconocida en el hotel de Juancho, dado que era domingo y no había muchos taxis. Una vez en el aeropuerto solo quedaba esperar. El avión no salió con mucho retraso, una media hora. De nuevo volvíamos a casa. Había sido, efectivamente, la mejor experiencia.



Creo que va a ser así de ahora en adelante porque cuantos más años llevamos, mejor lo pasamos. Solo me queda deciros una cosa…… os espero en Vinitaly 2010, feliz espera.

viernes, 19 de junio de 2009

Viaje Gastronomico al corazon de la Campania 2 (Capri)



Continuando con el viaje, os dire, si no lo he dicho ya, que ha sido maravilloso.

Al despertarme, al otro dia, después del aseo y el arreglo, baje al restaurante a desayunar, eran las 8,15. En la cafetería no había nadie todavía, así que después de un café y un par de bollos, subí a la habitación hasta la hora de partida (las 9,00).
Poco más de las 9,00 bajaron mis compañeros y nos dispusimos a esperar a las damas, como siempre. Nos íbamos a pasar el día a Capri, nada más y nada menos.
El puerto no estaba lejos pero, antes de partir, tuvimos una anécdota. Una vez subidos al coche Juancho, Elisa, Fernando y yo, mientras esperábamos a Nicoletta, vemos que suben un par de personas (resultaron ser unos mexicanos que acababa de conocer Elisa) al coche y cuando creíamos que íbamos a arrancar, nos dicen que hagamos sitio para otros tres o cuatro que venían. Nosotros simplemente no dábamos crédito. Cuantos iban a entrar en el coche?. Como seria la forma de reaccionar nuestra que, al final, no subió nadie al vehículo. Casi mejor, ya de por si era un vehículo incomodo como para llevarlo como una camioneta de Capri.
Tuvimos que esperar el barco un rato (largo). Por lo visto hubo un problema a la Napoletana, o sea, no hay problema. El barco era pequeño y no cabían todas las personas. Despues de unos veinte minutos de dialogo con los patrones del barco, se tomo una solución Salomonica. Entraban en este primer barco, los niños, los ancianos y la prensa. Los demás a esperar. Asi que menos mal que pasamos con las personas mayores, los niños y los periodistas; espero que pasáramos como esto último.
Al llegar allí te das cuenta de una cosa, es precioso, muy caro, pero precioso. Las cuestas son enormes, en pocos kilómetros se suben cientos de metros de altitud. No me lo imaginaba asi. Nada mas bajar del barco, nos subieron a unos mini autobuses estrechísimos. Las carreteras son tan estrechas que caben malamente dos de estos mini autobuses. De hecho, a veces, tienen que parar para dejar pasar al otro. Fuimos al hotel Villa Marina de categoría 5 estrellas lujo para tomar un aperitivo, en Anacapri (Capri alto). Era maravilloso, no solo el hotel, sino el entorno. Sería maravilloso pasar unas vacaciones aquí, pero un poco caro seguramente.
Después del aperitivo y hasta la hora de la comida nos quedaban un par de horas, asi que decidimos bajar a Capri a tomar algo y dar una vuelta. Se me olvido deciros que no saquéis el brazo por la ventanilla del minibús porque o robas un limón de esos enormes que hay en la costa Amalfitana o te dejan el muñón en una de las curvas. Van rapidísimo y a veces te parece mentira que quepan dos juntos por esas carreteras tan estrechas.
Al llegar abajo, descendimos por esas calles tan coquetas y empinadas (que nos lo digan a la vuelta) hasta los jardines de Augusto, lugar maravilloso desde donde se puede ver unas jardines preciosos con unas flores muy bonitas y si te adentras tiene vistas al mar privilegiadas.
Después nos fuimos a tomar una cervecita en la plaza central de Capri, desde donde ves pasar a cualquier persona que esté en la isla. No se te escapa nadie. Es un cruce de caminos ideal.
Poco antes habíamos dejado a Nicoletta y Elisa que iban a hacer unas compras en un sitio donde dice Nicoletta que se pasan las veladas más maravillosas en la isla. Es una discoteca-Karaoke donde puedes bailar encima de las mesas, habrá que ver como acaban esas veladas.
Una vez terminada nuestra bebida con los compañeros de viaje que iban llegando, tomamos un taxi y volvimos al hotel para comer junto a la piscina. Llegábamos tarde, como siempre, y casi nos quedamos sin comer. Al final, nos trajeron algo de pasta y unos dulces y, digamos, salimos del paso.
Estaba terminando nuestro periplo por Capri y teníamos que volver al barco que nos devolvería a Vico. Nos esperaba una cena informal en un restaurante que se llama Balneario Bikini.
Yo resumiría que la isla de Capri, anclada en las azules aguas del Golfo, y considerada en la época romana como un "lugar dado por la naturaleza para al descanso del espíritu y el placer de los sentidos", es “practicamente” un lugar de dioses, ricos, pero dioses.
Cuando llego el barco a puerto de Vico, teníamos el tiempo justo para ir a darnos un baño en la piscina. Así que, Fernando y yo no desperdiciamos la oportunidad. Mientras nuestros compañeros se quedaron en la habitación, nosotros nos dimos un baño gratificante. Hacía un calor sofocante. Prácticamente durante el viaje hemos estado a una media de 30-32ºC y con esa humedad!!
Ya cambiados para cenar, fuimos a unos pocos kilómetros desde el hotel, en dirección a Napoli, hacia el balneario Bikini.
Cuando entramos y nos identificamos, nos “dejaron” una copa en prenda a cambio de diez euros que se suponía, nos devolverían a la entrega.
Era un sitio paradisiaco, al borde del mar. Incluso había una pequeña escala que te permitía bajar a una mini playa privada, si te apetecía. Todo estaba iluminado con antorchas y era como una especie de embarcadero caribeño.
Había una especie de bufet libre con diferentes cocineros emergentes. Ellos daban de comer y al final se le reconocía el esfuerzo con un “premio” y su nombre en público. Curioso.
Creo que no fue una cena para recordar. Había cosas interesantes pero también había cosas para olvidar. El vino, seguramente, lo mejor. Pero era un rollo tener que estar levantándote y recorriendo bastante distancia hasta llegar al vino, luchando con un montón de gente. Pero bueno, se paso bien.
Después de la “cena”, bailamos un rato en la pista música funky, de nuestra época, hasta que a algunos les entro el sueño, sobre todo a Elisa. Duerme más que las mantas.
Al llegar al hotel, mientras se iban a dormir nuestros compañeros de viaje, Juancho y yo decidimos tomar un Gin Tonic para hacer la digestión. Pero no estábamos en España, y menos en Madrid.
Cuando Juancho vio el nombre de la ginebra; Boxford, automáticamente cambiamos de idea y pedimos una Coca Cola normal y una light. Poco después nos íbamos a dormir, había sido un día largo e intenso. Mañana nos esperaba la Costa Amalfitana. Ya os seguire contando, un saludo.

miércoles, 17 de junio de 2009

Viaje Gastronomico al corazon de la Campania 1 (Napoli y Vico)


En primer lugar, pediros perdon por la tardanza en escribir, pero he estado dando vueltas por diferentes sitios, entre otros por el que os voy a relatar. Fue un viaje maravilloso por la Campania y Roma que os ire contando por partes. Espero que os guste. Ciao.


Como todos los caminos, ya lo dice el refrán; llevan a Roma y nosotros no íbamos a ser menos, así que nuestro viaje comenzaba en el aeropuerto de Fiumiccino. Sobre las dos y media del mediodía llegábamos Juancho, Fernando (Rte Zaranda de Madrid) y yo al aeropuerto de Roma. Allí nos estarían esperando Nicoletta y Elisa para llevarnos a Marina d’Equa pero llegaban tarde, que raro¡¡.

Después de hablar con ellas, estaba confirmado, nos daba tiempo a comer en el aeropuerto unas focaccias rápidas.

Una vez que llegaron, cargamos las maletas y, en el camino, decidimos hacer algún cambio. Quería conocer Napoli!! Imaginar que pecado hubiera sido pasar por la carretera y no ir allí.
Llegamos a Napoli en una hora y media, aproximadamente, y nuestro Cicerone privado (Juancho Asenjo) nos dio una vuelta primero por el Napoli alto, incluido el campo de futbol del ex equipo de Maradona (curioso lugar). A continuación fuimos al centro histórico, al barrio español. Qué bonito y que curioso. Quien me iba a decir a mí que acabaría paseando por la calle Toledo, bueno aquí, la Vía Toledo. Dos mil quinientos años de historia nos contemplaban.

Lo primero que hicimos fue comprarnos unos “Baba al Rhun”, unas straciattella y unos cannuoli siciliani en la entrada de la galería Umberto I. Después recorrimos la citada galería, preciosa pero en obras eternas, que por cierto no gustaron mucho a Nicoletta. Al atravesar la galería llegamos al teatro San Carlo, también muy bonito, junto a la maravillosa Piazza del Plebiscito, para mí un intento de copiar la famosa Piazza de San Pietro del Vaticano.

Este debe de ser el corazón del Napoli que vive, juega (al futbol seguro), se divierte, ríe y llora.
Junto a esta plaza está el famoso café Gambrinus (Nada que ver con el español) donde se toma la mejor cerveza de Napoli. Su terraza que da al teatro San Carlo y la Piazza del Plebiscito, tiene un glamur impresionante. También se dice que dan un buen café y sobre todo, el servicio.
Muy atenta al cambio de los tiempos, la pizzería Brandy (Donde se invento la pizza Margherita en honor de la reina) ha cambiado su imagen y ha crecido (tiene un nuevo salón enfrente del antiguo), pero sigue haciendo una de las mejores pizzas (hablamos de la masa) de la ciudad, a pesar de que podía mejorar el queso.

Después de este breve, aunque intenso, recorrido por el corazón de Napoli, nos comimos las viandas en “la macchina” y nos dirigimos a los barrios portuarios y bajos de la ciudad.
Lo que no sabíamos es que nos quedaba una cosa típica de hacer en esta ciudad; darnos un golpe con el coche!! Y lo hicimos.

Cuando íbamos bajando por la ciudad, dirigidos por Juancho, a Elisa no se ocurrió otra cosa que “subirse” literalmente en el coche de delante. No le dio un golpe, no, le dio tres o cuatro seguidos hasta que se “desengancho”.

El Napoletano, acostumbrado seguramente a estas lides, lentamente (También contribuyo Elisa) se dispuso a rellenar el parte de conciliación. Seguramente que le hubiera gustado más arreglarlo “a la Napoletana”, pero eramos demasiados en el coche. Ya íbamos tarde.

Una vez en marcha, recorrimos todo el puerto, el barrio de calles estrechas, ese que parece que los vecinos quisieran abrazarse unos a otros al despertarse. Que calles más estrechas! Son esos barrios donde están, seguramente, las buenas pizzerías y trattorias de Napoli.

Al salir de la ciudad, nos dirigimos hacia Vico. Recorrimos todo el territorio de la Camorra, como si fuéramos sus “cobradores”. Portici, Ercolano, Pompei, Torre del Greco, Trecase, Torre Annunziata hasta descender a zona franca por Santa Maria la Caritá.

Cuando salimos de la zona “pericolosa”, bordeamos el golfo en dirección a Vico. Pasamos por la fábrica de Voiello en Gragnano que es bastante más grande de lo que yo hubiera imaginado y a través de una carretera con tantas curvas como coches llegamos al destino.
Cuando llegamos a Vico, nos dirigimos al Grand Hotel Moon Valley, que como casi todos los hoteles en Italia, ha presenciado mejores tiempos.

Solo tuvimos el tiempo justo de dejar las maletas y salir corriendo (Nunca mejor dicho) para el restaurante Don Alfonso en S. Agata sui due Golfi.
Como dice el propio nombre está en una colina entre los dos Golfos, el de Sorrento y el de Napoli. Un lugar maravilloso, mas aun después de subir en el coche con Fernando Pérez, nuestro Fitipaldi improvisado. Cada curva era un suspiro, más aun cuando comenzó la niebla. Que viaje más largo en unos 25 Km!

Una vez llegado arriba y besado el suelo al estilo “Papa”, entramos en un restaurante, sencillamente, maravilloso. La decoración, el lugar, el servicio, la bodega (Profunda, profunda), la cocina, la lavandería, etc. Todo era de 3 estrellas (Michelin?).
Comimos algunos platos clásicos, unidos a algunas novedades. Los vinos los eligió Juancho y, como siempre, buenos y distintos, en su linea. En general todo muy bien, a mi parecer, algunos platos mejor que otros. La carta de vinos muy buena, aunque el maitre un poco “sobrado” para mi gusto.

Las bodegas, la sala de “relax” y la biblioteca, sublimes. Solo nos falto la copa de después de la cena.
Ya eran más de la una de la madrugada cuando decidimos dos cosas….. bajar a dormir y que no cogiera mas el coche Fernando.

Era tarde cuando llegamos y decidimos ir a dormir directamente. Mañana madrugábamos para ir a Capri. Sera otro gran día que os contare en el próximo capítulo.