lunes, 31 de marzo de 2008

Viaje gastronomico a Roma

VIAJE A ROMA 20-03-08

El viaje a sido todo un éxito, salvo el tiempo, que no acompaño en ningún momento, todo lo demás nos ha gustado mucho.
Todo comenzó el día 20 de marzo a las 3,45 de la mañana, cuando sonó el dichoso despertador. A correr que nos esperaba el viaje a Roma. A eso de las 5,45 llegábamos a la terminal 2 de Barajas. Que sueño¡¡ Pero todo era por Roma.
A las 9,45 aterrizábamos en Fiumiccino, y solo nos faltaba la maleta. Diez minutos mas tarde, salía la maleta, bufff, como se respira. Ahora debíamos ir al hotel. Cogimos el tren en el mismo aeropuerto y nos dirigimos a Termini. Una vez allí, sacamos los billetes de Metro pero en dirección equivocada, gracias a una signorina que había en información. Nos dijo que nos dirigiéramos a Cornella y claro, la hicimos caso. Cuando salimos del Metro, nadie conocía ese hotel, Prime Villa Torlonia. Otra vez al Metro, ya que en Italia no se cogen los taxis según pasan y no veíamos ninguna parada. Cuando ya supimos la parada, gracias a una llamada al hotel, nos dirigimos a la otra línea (Solo hay A y B) en dirección Policlinico.
Cuando ya dejamos las maletas en el hotel, sin descansar, nos fuimos a comer. Nos habían recomendado varios restaurantes pero necesitábamos uno cerca del hotel. Nos dijeron que había un ristorante cerca que se llama Stella Maris (Via Regina Margherita 225), y allí que nos fuimos.
Fue nuestra primera grata impresión de Roma. Una trattoria donde se comía de lujo y a un precio razonable. Un entrante de Cozze e Vongole, tres platos de Linguine con
gamberetti, zucchine e botarga (Impresionantes), un agua natural de litro, una botella de Vermentino di Gallura, un helado, dos cafés y dos mirtos, solo 83 €, si lo comparo con Madrid, un regalo. Después de comer, nos fuimos a ver el Vaticano. Bajamos en la estación Ottaviano, cerca de la Piazza del Resurggimento, justo en la tapia del Vaticano. Al llegar a la entrada de la Piazza di San Pietro, que impresión, es grandiosa, la habíamos visto muchas veces en la TV pero no tiene nada que ver. La pena es que cuando nos dirigimos hacia la Capilla Sixtina, estaba ya cerrada y no hemos podida verla en los días que hemos estado en la ciudad debido a las colas impresionantes que hay.
Después fuimos a ver el Castel Sant’Angelo, con unas vistas maravillosas sobre Roma.
El Palazzo di Giustizzia, en la Piazza dei Tribunali con un mercadillo de artesanía y la Piazza Cavour. Cruzamos el Ponte Umberto I para dirigirnos a Piazza Navona, el Pantheon de Agripa, el Área Sacra y Campo ai Fiori.
Antes de ir a cenar vimos el Palazzo Farnese y el Palazzo Spada. Acabamos el día cenando en una Pizzería famosa; Pizzeria Baffetto, Via del Governo Vecchio 114. Una Insalata mixta, Pizza de prosciutto, Pizza di funghí, Pizza Margheritta, Acqua e birra Nastro Azurro 500 cc, un Gelato, due caffe ; 27 €
Después de cenar, nos fuimos al autobús que nos llevo a Termini. Al querer coger el metro, nos dimos cuenta de que estaba cerrado, a las 22 h, esto no es España. Tuvimos que coger el autobús hasta Policlinico y caminar hasta el hotel.



El viernes comenzó en el desayuno, no muy esplendido por cierto. Una vez rellenado el estomago, nos dirigimos a nuestro segundo día de Roma. Hoy nos tocaba el Foro. En primer lugar nos dirigimos en Metro a Colosseo, la estación vecina del monumento que le da nombre. Después de una cola no muy exagerada, (Comparada con la de la Capilla Sixtina, na de na) comenzamos la visita guiada por un teléfono que iba explicando todo. Sin duda alguna impresiona la grandiosidad de este monumento. La historia de este lugar te explica la forma de vida en la Roma esplendorosa. Seguimos con el Palatino, pasando por el Arco di Constantino hacia Via Fori Imperiali. Desde aquí se va a el Foro di Cesare, Augusto y Traiano.
Pasando por el Monumento a Vittorio Emmanuelle, llegamos al Quininale, la Fontana di Trevi y Piazza Spagna. Antes de comer visitamos la Piazza del Popolo, una maravilla. Cruzamos el Ponte Margherita para coger un taxi en Piazza Cavour.
Siguiendo todo el Lungotevere, bajamos hasta el Trastevere, a Piazza Piscinulla para comer en Ristorante Il Comparone, Piazza Piscinulla 47; 3 Antipasto de carcciofi alla romana e salumi, 3 Ravioli di carne, 3 Spaghetti alla romana, Agnello, Porketta e Filetto di imperarore, Rosso di Montalcino Fattoria dei Barbi, Acqua, Tarta Cioccolato, Macedonia di frutta, 2 caffe y Grappa; 150 €.


Después de comer, cruzamos el Ponte Cento para ver la Isola Tiberina. De camino al Metro Circo Massimo, vimos el teatro Marcello, la iglesia Santa María in Comedin, el Circo Massimo y San Gregorio Magno.
Después de una siesta reparadora, tomamos el tranvía 19 hasta Piazza Risorgimento. Volvimos a ver la Piazza di San Pietro que, teóricamente debía estar llena de fieles al ser Viernes Santo, pero como llovía a cantaros, no había nadie. Rodeando las murallas del Vaticano nos dirigimos hacia la otra parte del rio Tevere. Cruzamos el Ponte Vittorio Emmanuelle II. Vimos San Giovanni dei Fiorentini y seguimos Via Giulia hasta Palazzo Farnese, Campo dei Fiori hasta la via Giubbonari, donde se encuentra el restaurante donde se comen los mejores Carbonara de Roma; Ristorante Rioscioli , Via dei Giubbonari 21
Antipasti di formaggi e salumi, 2 Spaghetti carbonara e 1 Amatricciana, vino Don Antonio de Morgante, Gelatto e Tiramisu, 2 caffe, 1 Amaro Averna; 101 €
Después de cenar, subimos hacia Área Sacra, subimos por Via Nazionale, vimos la Colonna Traiana y Mercati Traianei para tomar un mojito (o dos) en el Theatre Café en Lago Magnanapoli 157. Allí nos deleitó un grupo en directo. Después se nos corto un poco el rollo al descubrir que nos habían quitado uno de los paraguas. Continuamos por Via Nazionale pasando por el Palazzo delle Esposizioni hasta la Piazza della Repubblica con Santa Maria degli Angeli. Aquí cogimos un taxi hasta el hotel.



Al otro día, después de desayunar, nos volvimos a dirigir a el Vaticano. Este día llovía como si se fuera a secar el cielo. Al llegar, tuvimos que comprarnos un poncho de agua para poder sobrellevar la lluvia. La fila del museo Vaticano era, sencillamente, impresionante. Llegaba hasta la Piazza di San Pietro, con lo cual, desistimos y fuimos a dar una vuelta. Fuimos a comprar algún souvenir y nos fuimos a comer a uno de los mejores (Si no el mejor) restaurantes de nuestra visita a la ciudad, Taverna de Gracchi, Via Gracci 226, Insalata di mare (Compartir)
Carpaccio di Polipo
(Compartir), Tagliatelle Ragú, carne Toscana e pesce Umbrina con acompañamiento, vino Müller Thurgau de Abazzia di Novacella, de postre Tarta Saccher y Merengue, 2 caffe y Grappa; 115 ¬‍Por la tarde, dimos un paseo por Vía Nomentana, Porta Pía, bajamos a
Termini, Teatro dell’Opera, Santa María Maggiore y fuimos a cenar a Checco er Carettiere (Trastevere), Via Benedetta 10, Mozzarella di búfala, Insalata con rucola, 2 Spaghetti alla Carretiera, Linguine moscardine e gamberetti, vino Ribolla Gialla Cormons
2 tiramisu y 1 gelatto, 2 caffe y amaro; 78 €.

Y ya nos fuimos a descansar temprano, a las 8 teníamos que estar en el aeropuerto.
Al otro día, una vez en el aeropuerto, ya había terminado nuestra experiencia en la ciudad eterna. Desde luego, hemos quedado encantados. Como hemos echado una moneda en la Fontana de Trevi, volveremos.
FIN

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