lunes, 16 de junio de 2008

Cata de Mujeres del Vino, un exito¡



El pasado 9 de Junio, como estaba previsto, tuvo lugar la cata de Mujeres del Vino Italiano, en la calle Santa Catalina 8.

Las previsiones eran buenas, pero, fueron superadas con creces.
Ya por la mañana, a eso de la una del mediodía, fuimos a recoger a las señoras productoras (Faltó Firriato por indisposición transitoria) para llevarlas a conocer un poco la ciudad y a comer..
Cada una de ellas, Allegrini (Con su hija), Ferrari, Argiolas (Vino con una prima), Feudi di San Gregorio y Frescobaldi, fueron llegando a la recepción del hotel Emperador, sede de la mayoría de ellas en estos días. Una vez que estuvimos todos, aprovechamos el viaje a el restaurante Cuenllas para visitar el Palacio Real, La Almudena, el Teatro de la Opera y los Jardines de Sabatini.
Durante la comida, se distendió el ambiente y se paso un rato muy agradable. Sorprendieron algunas de las “mujeres del vino” por su sencillez y amabilidad. Creo que el rato fue casi tan caluroso como la propia comida. Pienso que la comida fue "importante".
Mi compañero había cerrado un menú, típicamente español; ventresca, anchoas, morcilla matachana, callos, ensalada de perdiz y postres, casi nada. De hecho salió a relucir la típica siesta española. Las mujeres creo que entendieron porque los españoles, cuando llegan los calores, se amodorran después de la comida. De buena gana nos hubiéramos acostado un rato.
El vino fue estupendo, primero una Manzanilla de Lustau y después un tinto de Ribera del Duero llamado Dominio de Atauta 05, muy bien elaborado a pesar de ser el base de la Bodega. Tempranillo en pureza con notas de fruta negra y balsámicos.
A continuación fuimos de nuevo al hotel para que se cambiaran las señoras y, a continuación, dirigirnos al evento.
Eran cerca de las seis de la tarde y aquello estaba ya para comenzar. Ya había gente en la calle e incluso en el interior. Parecía una tarde de toros (Luego resultó una de José Tomás, con vuelta al ruedo).
Preparadas las mesas, faltaba, solamente, abrir los vinos. En poco tiempo, comenzaron a llegar los asistentes y se dirigieron hacia las mesas. Cada vez que se iban comentando y catando los vinos, se iban calentando los paladares y se crecía en visitantes. En un momento dado, la gente, prácticamente, no cabía. La “Plaza” estaba abarrotada, hasta los tendidos.
Ya, a esa hora, la gente iba clasificando y clarificando sus gustos. Aunque hay de todo, como en botica, los gustos se decantaron por; Mormoreto y Lamaione en Frescobaldi, el Rosè en Ferrari, La Poja y Amarone en Allegrini, Cutizzi y Taurasi en Feudi, Camelot y Harmonium en Firriato y Turriga y Korem en Argiolas.
Casi lo hubiéramos acertado en una quiniela, pero así “decidió” el publico. Al final de la noche, y como si fuera una orgia, todos teníamos con “La Poja” en la boca (Frase sarcástica, típica de Abraham García).
A continuación, a eso de las 21,30 h, comenzó la cena. Se presentaron, en cada mesa, los dos mejores vinos de cada bodega para catar durante la cena.Esta consistio en unos antipastos preparados por la siempre gentil y dispuesta Annabella di Montaperto, un risotto con verduras, unos spaghetti con Botarga y unos gnocchetti sardi picantitos, elaborados por el gran siciliano de D.Giovanni, Andrea Tumbarello y unos sorbettos de frutas con Grappa elaborados por Abraham García. Lo de menos era cenar, sino pasar un rato agradable entre amigos y a fe que lo fue, dado que estaba previsto para 40-50 personas y hubo más de 80.
Felizmente, a eso de la una de la mañana, salíamos con dirección a casa (Excepto algunos valientes que, junto a Alberto Cadalso, salieron a terminar “la noche de Madrid” en Joy Eslava).
Espero que todos lo hayan pasado por lo menos como yo. Un saludo y agradecimiento a todos los asistentes. Hasta la próxima.

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